Los mostradores de seguridad se utilizan principalmente en bancos, gasolineras, casinos, centros de asesoramiento de oficinas de asistencia social, embajadas y otras zonas de recepción. Son la solución para espacios públicos en los que, por un lado, se hace hincapié en el asesoramiento personal y cercano al cliente, pero en los que la seguridad de los empleados debe estar garantizada en cualquier caso, por ejemplo, en caso de atraco.
Se instalan en mostradores interiores: el dispositivo suele quedar oculto en el mostrador. Esto significa que los clientes pueden ser atendidos en el mostrador abierto sin que moleste el cristal blindado.
En caso de robo, el empleado puede activar el dispositivo de seguridad. En una fracción de segundo, una placa de acero o un panel de cristal blindado salta del mostrador y cierra la abertura. El empleado queda así protegido de un ataque. El elemento se acciona neumáticamente: se dispara mediante un interruptor de pedal, un radiotransmisor, un botón o una pinza para billetes. Las dimensiones de los interruptores de seguridad se fabrican según sus necesidades.